A propósito de la celebración de los juegos
olímpicos y su capacidad para centrar la atención del mundo entero, en esta
competencia que tiene como finalidad potencializar el concepto de igualdad
entre las naciones por medio del deporte, escribo sobre un tema en el cual
desde hace varios años me he involucrado con mucho gusto, el sport marketing.
Considero que las olimpiadas, son un
reconocimiento a la capacidad de trabajo y nobleza del ser humano, cada país
agrega diversos valores como la disciplina, el honor, la elegancia, según sus
cimientos culturales, los juegos son una muestra de la capacidad de las masas
para establecer treguas sociales y económicas por medio de una sana competencia
atlética.
Bajo este contexto, es sencillo deducir lo que
pretenden las marcas al incluirse en este tipo de eventos, vínculos emocionales es la respuesta, ya que el sport marketing es
un acumulado de sentimientos y experiencias que provocan en los consumidores,
afinidad con su atleta o equipo favorito, esto le permite a los patrocinadores
acercarse de manera implícita a la preferencia de su respectivo target, creando
un sentimiento aspiracional en los aficionados, que funciona como atajo para
que adopten la preferencia de una marca o producto por el hecho de estar presente
en el estadio, en el uniforme o en entorno de algún jugador al cual tratan de
imitar.
El deporte en su práctica profesional es un
gran escaparate social que potencializa una de las emociones más intensas de
las personas, la pasión, la cual con el paso del tiempo se puede convertir en
fanatismo, y es eso lo que las marcas quieren aprovechar; Desde hace algunos
años las marcas han querido humanizarse, mostrando una personalidad y una
actitud ante la sociedad, por lo tanto han emprendido estrategias que buscan
alinear su imagen comercial o corporativa con la personalidad ganadora de los
atletas o equipos de más alto nivel, mediante los patrocinios comerciales.
Como en todo terreno donde los mensajes
comerciales y la publicidad tienen presencia, se corre el riesgo de caer en la
saturación de impactos, en ocasiones incluso fuera de contexto y la mayoría de
las veces irrelevantes, por lo tanto, los que diseñamos acciones de sport
marketing debemos tener en cuenta que a pesar de la cobertura mediática que nos
puede beneficiar en la exposición masiva de nuestra marca, los protagonistas
siempre van a ser los atletas, no los auspiciadores.
En evento deportivo puede representar una
experiencia para los aficionados que pagan por asistir o que lo siguen por
algún medio de transmisión, pensemos entonces en brindar un “brand expeience”
en donde nuestra marca se complemente con el espectáculo y no trate de
ganárselo.
Aquí una muestra de como la creatividad puede ser aliada perfecta en las estrategias de sport marketing.
Luxhito Cisneros Ramirez
Vamos a hacer realidad el Consejo Nacional de Mercadotecnia Creativa y Responsable
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